EN TERRA.COM.AR - Santiago del Estero: el antiguo reclamo por la tierra
Por Julieta Leveratto - Monday, May. 10, 2004 at 9:15 PM
Una lucha de 100 años: el antiguo reclamo por la tierra
El gobierno provincial vende los campos a un costo muy bajo, los nuevos dueños las mejoran y las vuelven a vender a un precio más elevado. Esto implica desalojar a los campesinos para los cuales estas tierras suponen su hogar y su fuente de trabajo.
Los campesinos vienen reclamando por sus tierras al gobierno provincial hace años. Pese a que las habitan hace un siglo, el Estado nunca reconoció su derecho y no les otorgan las escrituras. “No tenemos recursos para tramitar nuestro derecho veinteañal –explica Margarita- somos gente pobre”.
Con su cara redonda llena de polvo, de sonrisa fácil, Margarita arenga y da ánimos a los campesinos congregados. La gente se le acerca para hacerle preguntas de todo tipo y ella responde asentada en su papel de líder natural.
Según Juan Luna, otro campesino de esta comunidad, el gobierno provincial vende estos campos a un precio muy bajo, los nuevos dueños las mejoran y las vuelven a vender a un precio más elevado. Esto implica desalojar a los campesinos para los cuales estas tierras suponen su hogar y su fuente de trabajo.
Los testimonios de los campesinos cuentan que los nuevos propietarios
vienen, les quitan sus herramientas de trabajo, matan al ganado y los expulsan. “Yo vivo de la siembra de algodón. El terrateniente, ha usurpado mis tierras y cosecha mi algodón”, denuncia Luna.
En diciembre de 2002 los pobladores del departamento de Figueroa conocieron a los nuevos dueños de las tierras. El encuentro, por cierto, no fue amistoso. “Vino el supuesto dueño –cuenta Margarita- y nos dijo que, como era guardaespaldas de Juárez, ya había matado gente y que no tenía miedo de volver a hacerlo. Gracias a Dios con la gente de la intervención –en referencia al nuevo gobierno a cargo de Pablo Lanusse-pudimos hablar".
Pero esta realidad no sólo se da en Santiago del Estero sino también en otras provincias como Jujuy y Salta. En ésta última, según Greenpeace, el gobernador Juan Carlos Romero quiere desafectar reservas naturales para poder vender las tierras. El problema no solo radica en la disminución en la cantidad de áreas protegidas, sino también en la expansión de la frontera agrícola.
“Greenpeace no está promoviendo la creación de áreas protegidas para ponerlas en una cajita de cristal y sacarles fotos –explicó Ezcurra-. Todos sabemos muy bien que el monte es fuente de empleo y fuente de riqueza. También sabemos que perdiendo el monte, agotando el suelo, nadie tiene trabajo. Muy pocos se llevan mucho dinero en poco tiempo y acá lo que queda es un desierto”.
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La pelea por la tierra
Santiago: un pueblo se levanta por sus árboles caídos
Centenares de campesinos piden que se detengan los desmontes, en las tierras que habitan desde hace más de 100 años. El objetivo es aumentar los cultivos de soja. Los pobladores denuncian amenazas de muerte por la policía para que dejen sus hogares.
“La policía venía y decía que los había mandado el por entonces gobernador de la provincia, Carlos Juárez. Nos advertían que estaban acostumbrados a matar gente y que no les iban a hacer nada por matar a un campesino”. Margarita de González, campesina de la comunidad de Luján en el departamento de Figueroa, en Santiago del Estero, cuenta indignada los atropellos a los que se vio sometida ella y su gente.
Como la de Margarita, unas 200 familias de varias comunidades de esta
provincia se están viendo afectadas por la venta por parte del Estado de las tierras que ellos habitan hace más de cien años. Como nunca se les reconoció su derecho sobre la tierra, las topadoras ahora avanzan para desmontar el campo y arrasan con todo lo que encuentran a su paso, casas de los campesinos incluidas.
El objetivo del desmonte es, generalmente, ampliar la frontera agrícola
transformando el monte en cultivos de soja. La fiebre de este cultivo, parece, no es buena noticia para todos.
Por eso, unos 400 campesinos se congregaron este sábado en un campo del departamento de Figueroa, a unos 120 kilómetros de la capital de Santiago del Estero, para hacer su reclamo. Fueron convocados por Greenpeace, Mesa de Tierras y el MOCASE (Movimiento Campesino de Santiago del Estero).
“Nosotros nos enteramos del problema de los desmontes por la creciente cantidad de topadoras que están trabajando para eliminar el bosque nativo y plantar soja. También sabemos del problema de los campesinos de Santiago del Estero. Por eso, hoy estamos diciendo: Ni una hectárea más”, dijo Emiliano Ezcurra, coordinador de la campaña de Biodiversidad de Greenpeace.
La protesta consistió en el despliegue en un campo que está siendo
desmontado de un cartel de 72 por 15 metros con la leyenda “Ni una hectárea más”, acompañado por unas barreras “como las que la policía pone en las escenas del crimen –explicó Ezcurra- porque para nosotros esto también es un crimen”.
En esta zona, la superficie desmontada supera las 800 hectáreas de un campo de más de 11.000. No se pudo constatar qué empresa fue la responsable de la operación.
Julieta Leveratto