me plus none

acabo el año en plan Mrs. Cleaner y algo flipada con Tom Meighan.
es una pena que la gira de Kasabian vaya para Japón y que yo me vaya para Marruecos.
estoy ordenando por enésima vez mi papelario. esta vez he sido más radical que de costumbre: he soltado lastre.
estoy leyendo el último libro de Charo de Gorostegui, que tiene imágenes tan sugerentes como la del domador de ruidos en las ropas o la idea de llorar por lo que nos muerde. el jueves volví de la presentación del libro bastante tocada; he sentido algo de angustia. sobre todo por el tiempo que se va y el compromiso.
dentro de mis metros cuadrados de papel las cosas van bien; soy lo que los ingleses llaman una workaholic, que es mejor que ser simplemente una depressed. el único marqués con el que pienso dialogar es el de Sade. ¿os he dicho alguna vez que he leído sus obras completas? incluyen una bella colección de nombres de mujer franceses. y muxa más filosofía de la que se publicita por ahí.
mi pequeña colección de Fragel viajeros va como sigue: Adri ha vuelto de Argentina, Aino ha regresado a Cork y Ramiro a Bruselas; Charo pasaba la Nochevieja en Tinduf, Peter en Tailandia, y Paul Fiction en Melbourne.
en breve yo también me exilaré. dentro de una o dos semanas cambiaré de casa, de idioma y de vida.
a 2007 le pido que me de una mente sana.
y a vosotros, nada de nada.

agur 2006/ fiebre Kasabian

recomiendo escribir en la casilla gris "Club Foot", "Empire", "L.S.F.", "Shoot the runner", "Me plus one", "Processed beats", etc...
cuidado con Tom Meighan; se rompe.

lamasón story

esta es la historia de un hombre de Lamasón que vestía camisa de franela y usaba un sombero tejano. se había pasado décadas como pastor en Estados Unidos -lo que le convierte para mí en una especie de abuelo a lo Dos letters, y la semana pasada estuvo sentado un buen rato con Adalberth en la sala de espera de la clínica Cotero. Adalberth es un tipo extraordinario al que le gustan los rodeos y las hebillas metálicas, los homínidos y los debates sobre la evolución del género Homo. pero esa es otra historia. la historia del hombre de Lamasón continúa con la forma en que comenzó su conversación con Adalberth. la enfermerá le llamó para echarle las gotas y al hombre de Lamasón le hizo gracia que los dos únicos pacientes en espera compartieran un mismo nombre. y así hablaron de Nevada o de Nuevo Mexico, ya no recuerdo de dónde. pero la historia continúa con mi afición por el reportaje casero. cuando compartí la historia con mi madre, ella me regaló algunas piezas que compartir con Adalberth: este hombre de Lamasón regresó hace unos años de los Estados Unidos y tiene una casa en Quintanilla, la de sus padres, me parece. es hermano de una mujer que vivía en mi antiguo barrio. hermano de la suegra de un antiguo compañero de trabajo de mi padre.

kinkx kontroversy

estas son mis últimas canciones de trabajo -las que me hacen poner las notas a pie de página a toda velocidad:

1. Who´ll be the next in line, The Kinks
2. Shoot the runner, Kasabian
3. Mr. Brightside, The Killers
4. Why does it always rain on me?, Travis (y aquí le seguirían Re-offender, Turn, Central Station y Good time girls; pq vaya banda...)
5. Just looking, Stereophonics
6. I think I´m turning Japanese, The Vapors
7. Your kisses are wasted on me, The Pipettes
8. Mirror kisses, The Cribs
9. Apologies to insects, British Sea Power
10. Emily Kane, Art Brut
11. Something inside of me, The Coral
12. Seaside, The Kooks
13. Blue orchid, The White Stripes
14. Palayzed, Mando Diao
15. Blow out, Radiohead and Portishead

esta mañana he leído que Chrissie Hynde fue quien le regaló el collar de pinchos a Sid Vicious. en el día de hoy me había propuesto revalidar mi condición de escritora con un relato. anoche leí uno de Leopoldo Lugones que se supone imprescindible para la literatura del siglo XIX en lengua castellana. me encantó cómo utiliza el adjetivo omnívoro.

3:22/3:32

por recapitular, le diré a este blog que cuando llegué de Marruecos me fui a un encuentro a Madrid sobre el Islam en Europa. allí estuve con Maíllo. y de allí traje muxas ganas de trabajar. tantas, que desde entonces trabajo sin descanso en siete artículos, algunos que ya tenía empezados y a los que me costaba muxo trabajo hacer avanzar, y otros nuevos en los que sigo enredada día tras día.
el único que se me resiste es el de la conferencia que doy el día 14.
el artículo en el que más estoy trabajando estos días es uno en el que reviso los puntos de vista desde los que se suele analizar la violencia sexual; este sale de un trabajo de Deusto que hice para la asignatura de Ética. me fijaba entonces en las narrativas de Reeves Sanday, Leonardo y Winkler, en sus puntos postmodernos y en la violación en el ciberespacio de Julian Dibell y los problemas metodológicos y éticos que podían plantearse en el estudio antropológico de la violencia sexual.
estoy aprendiendo muxas cosas.
acabo de ver dos películas seguidas: una auténtica cacota titulada American Dreamz. y un peliculón de los de lágrimas y reflexión incluídas: Charlotte Gray.
en este momento, 3:22, se supone que debo irme a dormir. y quizá sea lo que haga, irme.
esta semana, el fin de mi idilio con el marqués de Van Drall me ha proporcionado noches insomnes hasta las 5:40, 4:00 y 5:22 de la mañana. a excepción de un día en que me dormí a las 22.00 y amanecí a las 11.00 al día siguiente. la química es rara. ya se sabe.
creo que mañana me despertaré de muy mal humor. principalmente conmigo.
los otros artículos en los que trabajo hablan sobre los asesinatos de honor en Europa, la mutilación genital femenina, y las mujeres que se suicidan en actos terroristas. intento rastrear qué sabemos y quién cuenta qué.
esta tarde estuve en una librería y me gasté un montón de pasta. Pablo, el amigo de Ramiro, nos encontró a Chus y a mí cargados de bolsas bajo la lluvia. me llevo cuadernos marrones al pueblo gris en el que viviré a partir de enero. me da muxa pena no haber podido convencer a nadie para que comparta conmigo mis días marroquíes.
siguiendo la forma de razonar de Ernesto últimamente, quizá eso tan sólo significa que los debo vivir en soledad. (no me olvido de Hanan, de la que aprenderé infinitas cosas)