nearer than...

estos últimos días han sido extraños, si se los mira de reojo.
encuentro pocas cosas que contarle a este blog, a excepción de las hazañas literarias y varios sincronismos que prefiero enviar al este de Europa a través del correo electrónico. de vez en cuando es necesario enajenar alguna historia. y moverse.
la quietud es la de la música, los libros, las fotografías...
se acerca la fecha de ir a la iglesia a leer a San Pablo. otro sincronismo a devolver.
os recomiendo -si es que sois-, el video de The Delays, Nearer than heaven.
quizá elabore una lista de canciones que para mí se han quedado pegadas a la piel del mes de agosto.
pero no quiero hacer más promesas que sé que no voy a cumplir.
prometo escribir algo que la gente que me rodea se merezca leer.

trip(i) hop(e)

preparo una lista de mis palabras predilectas. entre ellas, "células de Schwann".
por ahora, una lista de canciones razonada.

1. The Gathering, Souvenirs
2. Jack Johnson, Good People (a través de Jamie, que me enseñó anoche la portada de un single)
3. Goldfrapp, Strict Machine (la b.s.o. de mis últimas dos semanas)
4. Jamiroquai, Time won´t wait (a través de Errequai en un viaje de vuelta a casa entre niebla y a la luz de una luna llena intermitente)
5. Cocaine Man, Baxter Dury (una modernez)
6. Benny Bennasi, Satisfaction (la manera más fácil de rallarse)
7. Hans Zimmer, Journey to the line (increíblemente útil para escribir poesía con el cuore)
9. The Mars Volta, Wasting my air (escúchese mientras se mira por la ventanilla del tren el graffiti de un muro de Boo de Piélagos; surrealista thrill)
10. David Byrne, The great western road (de la película Young Adam; recomendable todo en ella)

especial las canciones de Ana:
Bella Ciao, en sus múltiples versiones (especialmente la de Rita Pavone)
Douce France de Charles Trenet
Ave Maria de Gounod por Maria Callas
Pompa y circunstancia de Elgar

cosas que José Luis y Pablo me dejan en el ordenador:
Una foto en blanco y negro, de El canto del loco!!!

y Quédate de Andrea Echeverri, porque sólo algunos saben escribir.

technicoloured

Шостакович
este es el nombre de Shostakovich en cirílico, como le gusta a Ra.
dicen que el compositor se envíaba cartas a sí mismo para comprobar que le llegaban.
vale. nadie lo dice. lo he leído.
el día de hoy lo he pasado entre 13 personas. ahí van sus nombres: Marisa, Jesus, Fina, Inma, Jesus, Begoña, Ramiro, Ernesto, Álvaro, Mario, Camilo, Bárbara y Alberto. he hablado a través del messenger con otras 4: Ana, Sonia, Laurent y Jamie. con una de las personas he hablado por el messenger y cara a cara: Ernesto. con otra lo he intentado: Ramiro.
este recuento no lo hago por prescripción facultativa.
¿quién dice que no escribo? ¿a cuántos os he narrado la historia del Marqués de Van Drall, su amante Lora Zhepam, y su Sonata de Otoño?
el vizconde de Valmont es un buen anestésico. como lo será Charlotte Brontë cuando él desaparezca.

kristallnacht

ayer fui a Torrelavega de librerías. una de ellas en notable decadencia, por cierto.
compré Las olas, de Virginia Woolf; Jane Eyre, de Charlotte Brontë; y Los reinos de la casualidad, de Carlos Marzal.
ayer también fui a la biblioteca de mi pueblo a devolver Cuervo, de Ted Hughes, y La señora Dalloway, de Virginia Woolf. me llevé Las amistades peligrosas, de Laclos.
el libro no literario que leo es Le culte des saints dans l´islam maghrébin, de Emile Dermenghem. de 1925.
ya no hago listas de música, hago listas de libros.
escucho una y otra vez Strict Machine, de Goldfrapp; Cocaine Man, de Baxter Dury; y The Great Western Road, de David Byrne.
el día 3 de diciembre leeré una de las epístolas de San Pablo en la boda de mi amiga Elena. la misma que leí en la boda de mi prima Mentxu en mayo en Córdoba hace tres años.
vocalizaré perfectamente la palabra amor.

martes, ida y vuelta

la primera historia es la de la sangre del revisor. ayer por la noche el revisor de la línea Santander-Cabezón de la Sal llevaba media cara ensangrentada. pero sólo lo supo al decírselo un chico que se sentó frente a mí en Torrelavega. se lo dijo dulcemente. el revisor se fue mirando en los cristales de las ventanas del segundo vagón y se limpió con un kleenex al quedarse frente a la puerta, justo antes de que se abriera al detenerse la máquina en Ganzo.
(nadie le había dicho nada sobre la sangre hasta entonces; quizá ni siquiera le habíamos mirado. yo no le había mirado)
la segunda historia es la de la mujer dominicana y el bebedor. esta tarde, él comenzó a hablar con ella cuando el chico que había tenido un accidente de coche se apeó a mitad de trayecto porque aún quedaba mucha tarde y quería tomarse algo antes de ir a casa. él le preguntó dónde trabajaba, ella le dijo en un restaurante, en el Borgia. él le preguntó por Violeta. ella le dijo que no la conocía, que ella trabajaba en el área de cocina. él le dijo que había comido allí un par de veces, y que el otro restaurante que había en la curva nunca había tenido mucho éxito. ella no dijo nada. él le dijo que algunos conocidos suyos habían ido de viaje a la república dominicana, pero que para estar en un complejo turístico y no salir a ver las miserias del país, no merecía la pena ir de viaje. ella ni le miró. y no le dijo nada hasta que llegaron a Torrelavega; allí le preguntó cómo se llamaba para saludar de su parte a la cocinera jefa del Borgia, que según le había dicho previamente el bebedor, "era como su hermana".

+gris

este mediodía terminé de leer Agnes Grey de Anne Brontë: mi libro del tren. es posible que retome Persuasión de Jane Austen. pero realmente me gustaría leer The Tenant of Wildfell Hall de Anne, que tenía sólo veintinueve años cuando murió.