invernal

de Uznayo a Sejos

social drama

Victor Turner, del que me estoy descargando un montón de artículos desde la sala de ordenadores del Paraninfo de la Uni (aquí estoy, después de bloguear desde Buenos Aires), escribe sobre los dramas sociales. el concepto debe de referirse a lo que me pasó a mi el lunes, el peor día del año y con diferencia. me parecía más a un perro que a una jovencita.
la explicación está en el fin de semana. lleno de alcohol, risas y cuernos, aire puro, nieve, y carne. Polaciones. invernal ¿quién dijo desidia?
la semana transcurre con cierta calma. he puesto a funcionar al HP de mi HP -que es una maquinita estruendosa y veloz; le he enviado por fin mi reflexión sobre el premio Hierro a la señora coordinadora del librillo conmemorativo ad hoc -happy hour; he ido al Consejo de Departamento más salsero de mi biografía como representante de becarios (para confirmar que la profe de medieval que me parecía una bruja vuela en escoba), ...
es decir, llevo una vida normal. y el mp3 lleno de artículos de antropología postmoderna y simbólica, música british y fotos de paisajes que convierten los lunes en precipicios.
habemus post.

store bought bones

nada mejora, así que no hay muxo que contarle a este blog. leo El profesor, de Anne Brontë. he ido un par de veces al Paraninfo de la Uni con Ana (un sitio perfecto para trabajar, parece), y tengo el mp3 lleno de artículos de antropología que alguna mujer poco ajena a la que soy habrá de leerse poco a poco. lo de los huesos va por la canción de los Raconteurs y por los dolores con los que me manejo últimamente.
tengo que buscar información sobre el test de Fragel en la wikipedia.
otro día os cuento lo de la baba de caracol, pero si os quedáis viendo la tele hasta las tantas, no habrá palabras que puedan sustituir al visual art del anuncio.

bee bop

la semana vuela y el lunes me sentiré como si me hubieran frenado en seco. o sentiré el vértigo de mi última semana del mes de marzo en el continente europeo. eso en el caso de que finalmente lo sea. yo no me organizaría ninguna despedida, por si acaso no me voy cuando digo que me voy como suelo hacer cuando voy ya se sabe dónde.
la gripe de los veintitantos días me dejó celebrar el carnaval, del que no saqué nada en claro a excepción de la prueba empírica de que la crema de orujo no me taja ni a la de tres y sus múltiplos.
seguro que Ra -al que no sé decirle lo muxo que le echo de menos- opina de manera diferente.
o Ana. o Chus.
en otro orden de cosas, esta tarde he sabido que un tipo al que hace dos años que no veo le ha contado a un tipo al que sólo he visto una vez que estoy escribiendo una novela. e un mondo difficile. y hay más imbéciles de los que yo he ido enumerando.
el otro día, Silvia, una compi de rabel, me regaló un anillo de abalorios que me mola un montón.
y Carmen (4 añitos) me da unos abrazos espontáneos que para qué decir el efecto que me producen.