mixing memory and desire

martes, marzo 25, 2008

The revolting French













llevo un par de semanas en Aix-en-Provence.
la Maison ya me parece algo menos laberíntica, aunque sigo entrando y saliendo a mi lugar de trabajo por los mismos pasillos y escaleras, por si acaso me pierdo. el comedor central es una romería de intelectuales de las 12 a las 2; los investigadores de cada uno de los laboratorios se sientan juntos, en las mesas alargadas de los laterales. si se los imagina uno devorando patas de cordero, se completa el cuadro medieval. conste que no me estoy quejando del menú del día de forma solapada; no es malo–sobre todo los postres, que son pantagruélicos, es que cuesta 9,50 euros.
la primera semana hice bastante el paco-martínez-soria y cometí una serie de despropósitos que guardo para mi colección de anécdotas íntimas e intransferibles; no sé en cuántas ciudades tendré que vivir para tener un poco de mundo…
a veces, no basta con el haz lo que vieres.
esta semana pasada estuvo San Chus conmigo en Aix. los señoritos Fogg han estado en Marsella, en Niza, en Monaco, en Arlés, en Tarascon, en St-Remy, en Les Baux, en Salon, en Cassis, y en St Tropez. nos han faltado Nimes y Avignon, para la próxima.
fotos: Saint Tropez, Niza, Monaco, Marsella, Cassis.

 

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