buena vida delivery

mi rutina de los últimos días cada vez se parece más a lo que entiendo por "buena vida". lo mejor es la nueva energía que me viene del Otoño. ayer me lo pasé como una enana con el EndNote y volví a sentir por primera vez en meses el placer que me produce trabajar frenéticamente en mi tesis doctoral. ha dejado de ser una drudgery, y el marqués de Van Drall va dejando de ser mi inquilino, a razón de media dosis de su veneno por día.
sigo currando en los blogs de recursos antropológicos; Ainhoa, me alegro muxo de que te parezcan útiles, eso me anima muxo a completarlos. mi idea es hacer eso que los ingleses llaman un mailing, y enviarselo a un montón de gente al que le pueden resultar prácticos. empecé un poco por mí, para organizar los recursos que habitualmente utilizo de la red; pero los he hecho en forma de blog para compartirlos, claro.
si no, lo habría apuntado todo en un papel.
aparte de las bases de datos y los blogs, hay otras cosillas en las que debo emplear mi tiempo. son los famosos artículos; el de Geertz y los hijos de Malinowski del que a menudo hablo en este blog. y otros sobre la violación y la práctica etnográfica y sobre la imagen estereotipada de los inmigrantes marroquíes; también quiero participar en el congreso de Évora sdel 2007, y eso hay que escribirlo en inglés...
creo que no podría estar tan activa si no hubiera existido este verano exprimido al máximo. y de eso, el único responsable es San Chus.
en fin, en los próximos días deberé llamar a Elena y quedar con ella, y escribir a Arantza para parecerme un poco más a lo que ya era.