Leiris, Leiris
en abril o en mayo de este año, el bibliotecario del centro de investigación francés en el que estuve de marzo a junio, me acusó de haber robado un libro.
un libro que acabo de citar hace diez minutos en mi tesis.
L´Afrique fântome de Michel Leiris.
cuando me acerqué a la mesa de préstamo para devolver dos libros sobre Marruecos, el bibliotecario me preguntó con una sonrisa fanfarrona: ¿dónde está Leiris?
de haberlo sabido, le habría contestado que en Saint-Hilaire, que es el lugar en el que se consumen sus huesos desde 1990. sin embargo, opté por mediar varias preguntas hasta reconocer que entendía de qué me hablaba. sus argumentos eran contundentes: que hacía dos semanas que me lo había prestado junto a un libro de Henry Munson, que aquel lo había devuelto al día siguiente pero el de Leiris no, que el ordenador decía que lo tenía yo...
al nombrar a Munson, recordé que B.B., un profesor muy respetado del centro de investigación y por el que tengo cierta simpatía, se encontraba aquel día junto a la mesa de préstamo con una buena torre de libros para llevarse. para mí el problema estaba resuelto, así que sin nombrar a B.B. -cosa que habría sido poco elegante-, le dije al bibliotecario que yo no tenía el libro, que era posible que él se hubiera confundido al realizar un préstamo simultáneo (aquí sí que fui a idea poco elegante), y que quien lo tuviera, acabaría por devolverlo.
reconozco ahora que entonces le dije una tontería mayúscula para justificarme: que conocía a Leiris, pero que el libro que mencionaba estaba muy lejos de lo que debo leer para escribir mi tesis. como digo, hace diez minutos que lo he citado, y luego explicaré por qué.
mi problema quedó solucionado de la forma en que me había imaginado: a la semana siguiente, alguien devolvió el libro de Michel Leiris.
me enteré de esto preguntándole a otro de los bibliotecarios, que curiosamente me juró que en el ordenador nunca había estado mi nombre asociado con el de Leiris, y tampoco en las hojas de registro en las que también se anotan a mano los préstamos.
al bibliotecario acusador se le olvidó disculparse, y a mí no me apeteció ponerlo en evidencia. me habría enredado en las intenciones tortuosas del bibliotecario, y ya estaba muy harta del contexto para eso.
Leiris es un discípulo etnográfico de Marcel Griaule, y L´Afrique fântome es un libro que publicó después de participar con él en la misión Dakar-Djibouti. la obra es precursora de las etnografías que publicarán Rabinow, Dumont, Crapanzano y otros a finales de los setenta y en los ochenta, obras en las que prima la introspección, el análisis del yo pasando por el Otro, como dice Rabinow que dice Ricoeur, o el análisis de la mismidad y la otredad, como señalarían otros.
Leiris participó en el movimiento revolucionario surrealista francés, y al parecer se enzarzó en una disputa intelectual con el propio André Breton.
la obra de Leiris que más me interesa en mi tesis es "La Possession et ses aspects théatraux chez les Éthipien du Gondar" (1958). Leiris estudió en Etiopía los cultos de posesión Zar, que son cultos extáticos de los que Taussig piensa que profundizan en una relación mimética con la alteridad, o a los que Kramer considera una interpretación del Otro a través de la mímesis. Leiris es un precedente de todo esto, y lo es a través de la influencia del Surrealismo sobre su interpretación del Zar, que para él es una externalización catártica de la alteridad, un verdadero "teatro de la alteridad".
lo más interesante de todo esto para un escritor es la interpretación que Leiris propone del acto de escribir poesía a partir del Zar: escribir poesía sería una forma de posesión que ha desarrollado por ejemplo en Europa sus propios rituales, de conjuro, defensa y exorcismo.
esto lo explica mejor que yo Irene Albers, de la Universidad Libre de Berlín en un artículo que tiene un título perfecto, tanto que se podría hablar sobre cualquier cosa de este mundo bajo él (véase algún post anterior en este blog): Mimesis and alterity.
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