mixing memory and desire

jueves, abril 24, 2008

esca vermium

ayer fue el día del libro y hoy es el día de mi cumpleaños.
ayer he visto al príncipe leer en euskera, y hace unas semanas vi que la princesa leía en catalán. ayer he pensado en los libros de texto que utilizará la realeza para aprender idiomas...
¿quién leerá en gallego? ¿Leonor? ¿Sofía?
fuera de los dilemas sobre las estrategias monárquicas, hoy es San Fidel de Sigmaringen y el aniversario de mi nacimiento.
por tercer año consecutivo estoy en casa del vecino; los dos años anteriores en Marruecos, y este en Francia. el primer año en Marruecos lo celebré dos veces: una con Chus y Ana en Chefchauen una semana antes, y otra el propio día 24, en el mismo lugar pero ya en mi casa y a pesar del incendio al que sobreviví la noche anterior. el segundo año fui desde Mokrisset a Chefchauen a buscar una tarta como la del año anterior -una hora de taxi colectivo ida, una hora vuelta (seguro que hice algún recado más)- y por la tarde Hanan y yo recibimos la visita inesperada de Fouad y de Hasna, a lo que se sumó Elwafi. al parecer, nos pensábamos dar el festín ella y yo, ¡qué bribonas!

mañana tengo la intención de bajar a la patisserie de la esquina a por un pastel.
¿por qué algo dulce? porque es costumbre y por el sincio, que llevo ya una semana comiendo ensaladas.
esta vez estoy sola de solemnidad, así que tengo que inventarme la manera de que sea un día de aniversario.
Malika -que ronda los treinta, como yo- me contó una vez que ni ella ni su marido saben el día en que nacieron, y que la gente de las montañas de la Jebala no recuerda sus fechas de nacimiento ni celebra los cumpleaños o se felicita. no sé si esto tiene que ver con la religión (vaya antropóloga de mis narices), pero ya lo miraré. los musulmanes celebran, eso sí, una fiesta que recuerda el nacimiento del Profeta. se llama el Mawlid, y no ha sido hace tanto.

 

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