mañana de sábado

en Deusto, en Antropología, Ferrándiz nos proponía este ejercicio: pasar frente al escaparate de una zapatería e intentar memorizarlo, luego volver al cabo de unas horas y comprobar qué es lo que recordamos. en un instante la cosa no va mal; por ejemplo, vuelta atrás desde el DIA a la zapatería de la esquina, en la calle Madariaga (Deusto). si el experimento lo has hecho en alguna zapatería del Casco Viejo (léase la de Ercilla, en la calle Unamuno) y regresas al cabo de unas horas, pensarás que padeces alzheimer. pero al cabo de los días, estarás convencida, ya que es difícil recordar incluso la calle y la zapatería...
exagero un poco, claro. no es un mal ejercicio para practicarlo a menudo, y con asuntos más complejos e interesantes que los escaparates de las zapaterías. es posible que mi profe aprendiera esto en Berkeley, de la mismísima Scheper-Hughes (ya que la nombro, voy a recomendar un libro suyo, La muerte sin llanto).
me dura el síndrome Auf der Maur. me acordé esta mañana de que fue Bego quien me enseñó a escuchar "manolito" en la letra del Celebrity Skin de Hole, y a ella Porras (¿no es así?). en el video de Real a lie aparece Melissa haciendo fotos con una Polaroid. en la primera de las escenas del video, según creo, debe de estar autoretratándose en el objetivo de la cámara que graba su imagen. la semana pasada estuve escuchando a Beth Gibbons, recomendada por Isabel Coixet. decía que su música era capaz de hacerla sentirse fría, o algo así. esta mañana la dedico a los Smiths, recomendados por Melissa. cuando era pequeña, no podía soportar a Verónica, la nieta de Divina; era una tirana con sus primos huérfanos. a ella le encantaban los Smiths. no sé por qué coño he condenado todos estos años a Morrissey...
por cierto, que el mes pasado volví a ver a la nieta huérfana de mi vecina después de una década; vende pescado en una gran superficie comercial de mi ciudad. esa chica tiene los ojos más tristes que yo he visto en la vida, y mira que yo memorizo caras tristes...