cambio de planes

al final, esta noche no he visto Master and Commander. la he parado al de siete minutos para ver Mi vida sin mí, de la Coixet. y los de la butaca de al lado felices, que ya estaban protestando que si la imagen tal y el sonido cual. así que nada, el plan del miércoles para el sábado; lost cause. lo que sea con tal de que no parezca un sábado standard. no me gustan muxo los fines de semana oficiales; en realidad, no me han gustado nunca. alguna vez me he dejado llevar y mi vida ha girado alrededor del saturday night, pero últimamente me resisto. domingo, lunes y martes para contar lo que hiciste, y miércoles, jueves y viernes para contar lo que tienes pensado hacer. no, gracias. lo mío con los domingos siempre será una historia de amor/odio. y los sábados se hicieron para que yo produzca, estoy convencida. casi siempre he parido en sábado -a mis hijos académicos y literarios, se entiende-. pero bueno, días de producción como los de la época de examenes, ninguno. es que a mí -Rober lo sabe bien-, me da por diversificarme siempre que tengo que concentrarme en una sola cosa. como en este post.
Mi vida sin mí me ha gustado muxo, ya se lo he dicho a la Bego, que me la había recomendado. ella se ve cientos de películas al año, o miles, o millones. va mucho al cine y se acuerda de las historias, de los actores, los directores... la Bego tiene un memorión. cuando me cuenta cosas que hemos vivido juntas, casi siempre acabo un poco triste, sobre todo si lo que cuenta es divertido. me hace ser consciente de lo mucho que olvido y pierdo. si mi memoria fuera como la de Bego, estaría menos envenenada y sería más feliz. o no. la sinopsis de la película es la de un telefilme tipo mediados de los noventa Antena 3 a las 3:30 de la tarde. pero la forma de contar las cosas, ahí está el quid. begooooooooo... me voy a ir a la cama pensando en Penny y en Patsy.