embroidery

llevo dos días en casa. al parecer, he cruzado el Estrecho a tiempo.
no sé si blogger sabe que me voy a Francia, pero todas las opciones de escritura misteriosamente se me presentan en francés. de marzo a junio viviré junto a Marsella, en la ciudad de Aix-en-Provence. estoy ya buscando un estudio o un T1 en alquiler; los precios son azules, como la costa.
mañana es viernes, la fiesta de Aid el Kebir. la semana pasada Rqia me enseñó sus corderos; el que habían criado en casa, hermoso. el que había comprado su madre en el zoco de Mokrisset para su hermana, de cornamenta generosa y buenas carnes. y como para no, que le había costado ciento cincuenta euros.
mañana voy a comprar lino para seguir bordando Hardanger; ya he hecho una almohada y un mantel en panamá.
el panamá me parece una tela de aprendizaje. sé que no lo es, pero no puedo evitar verlo así. lo que bordó en ella me parece la labor de una escolar.
aprendí a bordar cuando tenía siete años en la escuela. me enseñó una señora que se llamaba Marisabel. yo la llamaba Sorisabel porque confundía su nombre con el de una monja del pueblo de mis abuelos paternos.
este año en Marruecos he aprendido a bordar a punto noruego, que también se llama Hardanger. el punto de cruz me tiene aburrida ya desde hace años. la madre de Loubna ha prometido enseñarme a bordar el fassi, o bordado de Fez, que en mi opinión es el más complicado y con diferencia de todos los que yo he visto. mañana pondré algunas fotos.