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he acabado de leer el libro de Fadela Amara "Ni putas ni sumisas". su discurso, ramplón e islamófobo, la ha catapultado recientemente a una secretaría de estado en el Gobierno Sarkozy. no me extraña que aquella resentida de la UNED que me causó un horrible dolor de cabeza en un congreso el año pasado, se jactara de ser amiga de Fadela. a buen seguro que se entienden a la perfección de estereotipo en estereotipo y de generalización en generalización.

hoy ha sido un día intenso: era el cumple de Pedreñucas. también el de Peter, mi amigo danés.
Pedre nos ha invitado a comer a Hoyos y a mí en el Pizza Hut. luego, a un café en el Hipódromo.
esta tarde hemos estado recordando al cowboy de Lamasón, al que ya le dediqué un post hace tiempo. mi madre añade que volvió de Norteamérica para cuidar a su madre, que hasta la edad de noventa años vivió sola en Quintanilla.
ha sido un día de conversaciones, con Hoyos, con Pedre, con Rosa Conde.
desde la barra del café Regma, si uno mira a los edificios con cierto desdén, puede imaginar que se encuentra en una esquina de Buenos Aires. si se mira dentro del café, es imposible que la ciudad no sea Santander.