driving montes

anoche soñé que no tenía nada que decirle a Frank Sinatra. el sábado pasado dormí en una tienda de campaña por primera vez, en Sanvi. los Chieftains, super Chieftains; lo demás me aburrió sobremanera. exceptuando a Traslarroza, claro.
en La Barruda en Cabezón ponen a los Kaiser Chiefs y a los Raveonettes. el título de Manhattan no se lo quita ninguna cafetería postmoderna de Reinosa. y tienen sofá; Ana parecía la esposa de un emperador romano; me gustaría haberle podido leer la mente a todo el que entraba por la puerta. a veces no sabes si tu delirio postmandarino resulta estéril o no. a veces ni te importa.
mi semana y media laboral acabó ayer por la tarde. de ahora en adelante me dedicaré a pintar monas, probablemente hasta el día en que deba comenzar mi exilio magrebí.
entre semana me encontré con E. por Manhattan; el Mondo Sonoro ha llegado a Rass Kebir al-Sala de su mano. cosas así sólo ocurren en la pequeña ciencia ficción de cada día.